Anamar Orihuela
Psicoterapeuta, conferencista, tallerista, escritora. Fundadora de la clínica HERA y creadora del método HERA. Ha creado he impartido por más de 15 años ininterrumpidos, diplomados de autoestima para hombres y mujeres. Autora de los Betseller “Hambre de hombre”. “Transforma las heridas de tu infancia”, “Sana tus heridas en pareja”.
TW: @AnamarOrihuela
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Hay muchas mujeres que han tenido que elegir ser fuertes para sobrevivir a circunstancias de abuso, desigualdad, enfermedad y cualquier circunstancia adversa que las ha puesto ante sus miedos y a desarrollar sus fuerzas.
Hay muchas mujeres que hoy tenemos mucha testosterona y energía masculina dirigiendo nuestras vidas, pero, ¿Qué hay detrás de todo eso?
Una mujer Doña Huevotes
Controladora
Desconfiada
Resolutiva
No Sabe recibir
No sabe sentir
Se sobre responsabiliza de todo
Es agresiva
Está a la defensiva
El origen de Doña Huevotes
Infancia
Padres que esperaban mucho de ella
Circunstancia de incertidumbre
Madre Doña Huevotes que la inicia
Matrimonio Energético con su madre
Padre abandonador que sustituye su presencia protectora siendo él.
Una Madre que rechaza
Adulta
Una relación de pareja en abuso
Una enfermedad fuerte
Una muerte que la pone al mando
Una circunstancia de dolor importante
Y….. ¿Dónde quedó la MUJER?
Esperando ese hombre que no llega
En una dualidad entre la fuerte y la débil
Negando y reprimiendo su naturaleza
Cargando al mundo
Atrapada en la realidad de dar y resolver sin poder salir
¿Cómo equilibrar?
Aprender a conectar con su vulnerabilidad
Aprender a dejar los costales a quien corresponde
Pedir lo que necesita
Usar falda, permitirse recibir, bailar, etc.
Sanar su enojo con los hombres ausentes
Permitir la energía masculina en su vida
“No necesitas ser hombre para ser fuerte
No necesitas ser hombre para tener vida propia
No necesitas depender para ser cuidada pero tampoco no depender para no ser lastimada
La fuerza de tu alma está en tu ser mujer
Sensible, compasiva, empática y poderosa.
Hoy la batalla es por recuperarte a ti misma
¿En dónde comenzar?
En tu interior, en tus diálogos, en tu dolor.
