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Día Mundial de la Lucha contra la Depresión

El 13 de enero fue el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión y hoy vamos a tener una mesa con testimonios de personas que la han sufrido.

enero 15, 2018

Alejandra Rodríguez
Psiquiatra del INCIDE (Instituto de Neurociencias, Investigación y Desarrollo Emocional) y el Instituto Nacional de Cancerología
Tiene una Alta Especialidad en Psiquiatría de Enlace por el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Subirán”. Su área de investigación es la medicina psicosomática y Neuroimagen en trastorno bipolar.

TESTIMONIOS:
– Maritza Cárdenas (39 años)
– Haydee Vega (35 años)
– David Munive (44 años)
– Aleida Carrasco (31 años)

El pasado 13 de enero fue el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión y hoy traemos una mesa con testimonios de personas que sufrieron diferentes tipos de depresión, para que conozcan sus casos y escuchen que cualquier persona en el mundo puede tener esta enfermedad y no sabelo.

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¿Qué es la depresión?
● Es una enfermedad, no es una condición que se supere “echándole ganas”.
● Se calcula que afecta a más de 300 millones de personas en el mundo (OMS).
● En México, 9.2% de las personas ha sufrido depresión y 1 de cada 5 mexicanos sufrirá depresión antes de los 75 años.
● Es la principal causa de discapacidad mundial (OMS).
● Su potencial consecuencia más grave es el suicidio, cada año se suicidan cerca de 800 000 personas en el mundo.
● En México la tasa de suicidio se incrementó un 275% de 1970 a 2007.

¿Cómo se manifiesta?
La depresión es una condición caracterizada por una alteración del estado de ánimo que se acompaña de síntomas físicos, cambios en la conducta y pensamiento por dos semanas o más.

Los síntomas son:
● Estado de ánimo bajo la mayor parte del día casi todos los días (en niños puede ser irritabilidad).
● Disminución del interés o el placer por todas o casi todas las actividades la mayor parte del tiempo.
● Pérdida o disminución de peso.
● Insomnio o hipersomnia (incremento en el sueño).
● Sensación de enlentecimiento en el pensamiento y en desempeño físico.
● Fatiga o pérdida de energía.
● Sentimientos de culpa o inutilidad.
● Disminución de la capacidad para pensar, concentrarse o para tomar decisiones.
● Pensamientos de muerte recurrentes, ideas suicidas, intentos o planeación suicida.

¿Cuáles son los tipos de depresión?
La tipificación más frecuente de este trastorno es con respecto a la gravedad, se divide en: leve, moderada o grave.

Criterios de gravedad: ideación suicida, intento suicida o plan para cometer suicidio, presencia de alucinaciones o ideas delirantes (encontrarse fuera de la realidad).

Otros tipos de depresión tienen que ver con su inicio o causa por ejemplo, aquellas que empiezan en el periodo postparto o periparto, aquellas con patrón estacional (siempre se presentan en la misma época del año), o aquellas asociadas a una causa médica (como el hipotiroidismo).

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¿Qué la ocasiona?
Las manifestaciones de la depresión se han asociado a la disfunción de algunos neurotransmisores cerebrales. Entre ellos los más frecuentemente reportados son la serotonina, noradrenalina y dopamina, sustancias distribuidas en todo nuestro cerebro que se encargan de funciones como sentir felicidad, placer, motivación, o tranquilidad.
No existe una causa específica hasta el momento. Sabemos que puede tener un componente ambiental (experiencias de vida) y un componente biológico (genética, enfermedades inflamatorios, sustancias).

¿Cómo saber cuándo acudir por ayuda?
Si bien el sentirse triste puede ser una reacción a lo que está sucediendo en nuestras vidas, eso no quiere decir que todas las veces que estemos tristes estemos deprimidos. En el momento que notamos que nuestro funcionamiento social, laboral o familiar está desgastándose como resultado del estado de ánimo bajo, es cuando debemos pedir ayuda a un profesional.

TESTIMONIO 1
Nombre: Maritza Cárdenas
Edad: 39 años
Diagnóstico médico: Depresión severa
¿Hace cuánto lo padeciste? Fui diagnosticada en el 2000 (hace 17 años)

¿Cómo te diste cuenta?
Empecé a tener problemas fuertes de insomnio, me costaba mucho trabajo hacer mis actividades diarias como salir de la cama, desayunar, bañarme. Sentía que yo iba a un ritmo distinto al resto del mundo, todo lo hacía lento y con mucha pesadez. Sin ganas de salir a la calle ni de ver gente. Me di cuenta porque fui a un psiquiatra y él me diagnosticó con depresión.

Breve historia:
• A mediados del año 2000, estaba en la universidad en los últimos semestres de la carrera. Comencé a tener insomnio, dolor de cabeza, pesadez en el cuerpo, dificultad para levantarme y hacer actividades cotidianas, así como tristeza profunda y pensamientos muy negativos.
• Los síntomas iban avanzando y cada vez me sentía peor. Estos síntomas se combinaron con una dermatitis atópica que igualmente avanzó de manera gradual. A esto se le sumaron ansiedad, y en los peores momentos, ataques de pánico.
• Dejé de ir a la universidad un semestre, incluso desarrollé fobia a salir de mi casa y a manejar. En el peor momento no quería salir de mi cama ni de mi cuarto.
• Vi a varios psiquiatras… el común denominador en el diagnóstico fue que yo sufrí de depresión severa. Desde el primer médico empecé con tratamiento con antidepresivos y ansiolíticos. El encontrar a un hematólogo que me ayudara con el problema de la piel que resultó ser una hipereosinofilia (incremento exagerado y persistente de los eosinófilos en la sangre), me ayudó también a ir avanzando con el problema de la depresión.
• La depresión severa me la controlaron en relativamente poco tiempo, sin embargo, continué en terapia psiquiátrica por varios años más.

TESTIMONIO 2
Nombre: Haydee Vega
Edad: 35 años
Diagnóstico médico: Hiperactividad en la zona que controla irritabilidad y ansiedad, ocasionando una baja de serotonina
¿Hace cuánto lo padeciste? Año y medio (julio 2016)

¿Cómo te diste cuenta? Te quedas sin ganas de hacer nada, cosas normales que antes podías hacer, se te hace súper pesado.

Breve historia:
• Los problemas de socialización y soledad en la infancia influyeron. Empecé a quedarme sin ganas de hacer nada, cosas que antes hacía con facilidad, se me hacía súper pesado. Perdí gente en estos episodios y hubo otros que me ayudaron.
• Sentí que llegaba a un abismo tan profundo, que la desesperación me hizo buscar ayuda. Ahí supe que es algo que puede ser hereditario.
• Lo más importante es entender que no está mal decir que tienes una enfermedad mental, ir a terapia y tomar medicamentos. Es importantísimo estar atenta a las señales para vivir bien.

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TESTIMONIO 3
Nombre: David Munive
Edad: 44 años
Diagnóstico médico: Principios de Depresión
¿Hace cuánto lo padeciste? 3 años (2015)

¿Cómo te diste cuenta? A raíz de la muerte de su esposa por cáncer de mama.

Breve historia:
• Tras la muerte de mi esposa debido al cáncer de mama, decidí abandonarme y alejarme de mi vida ordinaria. Al mismo tiempo me orillé al suicidio. Cuando me enfrenté a esa realidad con mis hijas, me di cuenta que no sólo se trataba de mi dolor, sino también el de ellas.
• A través de mi experiencia como coach, decidí que o empezaba a tomar mi terapia para tratar la depresión o empezaba a elegir otra manera para controlar mis emociones sin necesidad de tomar un medicamento.
• Me di cuenta que mis hijas necesitaban de mí y que yo necesitaba también de mí mismo.

TESTIMONIO 4
Nombre: Aleida Carrasco
Edad: 31 años
Diagnóstico médico: Depresión post parto
¿Hace cuánto lo padeciste? 6 años (2012)

¿Cómo te diste cuenta? A través de un programa de televisión que hablaba del tema, me di cuenta que eran los síntomas que yo tenía.

Breve historia:
• Vivía en Monterrey sola, tenía 25 años, estaba terminando la maestría y con un muy buen trabajo. Me embaracé sin planearlo y decidí asumir el embarazo sola. Físicamente fue perfecto, emocionalmente muy difícil.
• Empecé con un sentimiento de culpa, primero por los cambios de planes que implicaba en mi vida, la decepción que pudiera causar en mi círculo afectivo y después por no poder disfrutar mi embarazo, pues sentía tristeza, soledad y angustia. Decidí regresar a mi lugar de origen y eso terminó por colapsarme.
• Tenía insomnio, estrés, frustración y demás sentimientos negativos que no sólo me impedían amar y disfrutar a mi hija, me hicieron pensar en darla en adopción.
• Pensaba que no podría con ella, cuidarla y educarla era una responsabilidad que creí imposible para mí.
• Tiempo después, viendo un programa de televisión descubrí que lo que tenía era depresión post parto, inmediatamente pedí ayuda y comencé con terapia emocional. Afortunadamente salimos victoriosas mi hija y yo, y hoy podemos compartir nuestra experiencia de vida para que sirva a otras mujeres.

enero 15, 2018