fbpx
duro con uno mismo

¿Qué es ser duro con uno mismo y cómo saber si somos así?

Mario Guerra nos dice cómo dejarte de autosabotear, descalificarnos y dejar de ser duro con uno mismo. ¿Han oído que a veces nuestro peor enemigo somos nosotros mismos? Me refiero a todas las veces que nos hablamos o calificamos terriblemente, y los momentos en que nuestra auto exigencia y perfeccionismo, nos hace dejar de valorar nuestra […]

noviembre 1, 2022

Mario Guerra nos dice cómo dejarte de autosabotear, descalificarnos y dejar de ser duro con uno mismo.

¿Han oído que a veces nuestro peor enemigo somos nosotros mismos? Me refiero a todas las veces que nos hablamos o calificamos terriblemente, y los momentos en que nuestra auto exigencia y perfeccionismo, nos hace dejar de valorar nuestra capacidad y potencial.

Hay quien dice que somos nuestro peor enemigo, pero tal vez el problema muchas veces está en ser demasiado exigentes o críticos con nosotros mismos. Nos cuesta perdonar nuestros errores y a veces hasta nos exigimos de una manera que una persona habitualmente no se exigiría a sí misma. ¿Por qué podemos llegar a ser tan duros con nosotros mismos?

¿POR QUÉ ERES DURO CON UNO MISMO?

Es tomar una actitud de demasiada autoexigencia, perfeccionismo, insatisfacción personal, autocrítica constante, autocastigo e incapacidad para perdonarse a sí mismos. Son personas que maximizan sus errores y los ven como fracasos.

¿CÓMO SABER SI YO SOY ASÍ?

Si te sientes identificada con alguna de estas señales podrías serlo:

  • Te juzgas duramente.
  • Tienes miedo al rechazo y al fracaso.
  • Estás muy orientado a los logros y cuando no los alcanzas te castigas o exiges aún más. Si los consigues, la satisfacción es pasajera y vendrán nuevas exigencias.
  • Tienes expectativas y demandas poco realistas sobre ti mismo.
  • Tienes una muy baja tolerancia a los errores y fallos, aún los más cotidianos como tropezar al caminar u olvidar pagar la tarjeta de crédito.
  • Te cuesta perdonar tus errores, pero en la misma circunstancia, podrías perdonar a otra persona con más facilidad.

¿DE DÓNDE VIENE LA DUREZA?

La mayoría de nosotros batallamos con una voz interna de autocrítica. Cuando está distorsionada se vuelve una voz exigente, punitiva y persecutora. Es una voz que te dice que:

  • Todo lo haces mal; no eres tan bueno como los demás creen; vas a fallar; quién rayos va a querer a alguien como tú.
  • Eres una estúpida ¿no puedes hacer nada bien?, derramaste el agua en la mesa y dejaste migajas en la cama.

Esa voz te pone pruebas no para ver si las pasas, sino para que falles y poder volver a poner el dedo en la llaga.

¿POR QUÉ SOMOS DUROS CON NOSOTROS MISMOS?

La primera razón tiene que ver con causas evolutivas. Una de las funciones de la autocrítica es mantenernos a salvo de comportamientos repetitivos peligrosos y posibles errores que amenazan la vida.

Por ejemplo, esa voz evita que vuelvas a tomar sin cuidado un objeto afilado y que puedas lastimarte seriamente. Nuestro cerebro monitorea nuestra mente y comportamiento, así que cuando cometemos errores, podemos notarlo y entonces se enciende una “alarma” cuando algo no sale bien.

Para poder corregir o mejorar, primero debemos darnos cuenta de que se ha producido un error.
La finalidad de todo esto es que aprendamos las lecciones correctas de nuestras experiencias. Otra razón viene como resultado de un trauma infantil o experiencias y enseñanzas infantiles adversas.

Críticas constantes y exigencias desmedidas por parte de las figuras parentales, principalmente. Cualquier tipo de abuso físico, verbal, emocional, sexual o psicológico puede contribuir a la autocrítica.

Hay quien aprendió que castigándose se motiva para seguir adelante. La autocrítica motiva desde el miedo y el juicio, lo que genera muchos problemas que superan con creces los beneficios de utilizar este tipo de motivación.

¿PORQUÉ CUESTA TANTO CAMBIAR?

Mucha gente obedece las exigencias de esa voz tiránica porque cree que si se le da gusto dejará de molestar, pero es muy probable que nunca dejarás satisfecha a esa voz porque:

  • Ya dejaste que tomara el control de tu vida.
  • Es como si esa voz ya estuviera ebria de poder y ahora disfrutara con esclavizarte para su diversión.
  • Cree que sabe mejor que tú lo que te conviene.
  • Pero una razón fundamental es el miedo a que si bajas la guardia, te convertirás en alguien mediocre, conformista y acabarás fracasando.
  • La realidad es que es la autocrítica lo que te acabará conduciendo justamente a eso que tratas de evitar.

¿CÓMO NOS AFECTA?

Puede llevar a pensamientos rumiantes que interfieren con nuestra satisfacción y puede impactar al organismo, al estimular mecanismos inflamatorios que conducen a enfermedades crónicas y aceleran el envejecimiento.

Cuando la dureza con uno mismo es crónica, esto puede reflejarse en síntomas de depresión, ansiedad, abuso de sustancias, imagen negativa de sí mismo y disminución de la motivación y la productividad.

El resultado final es que desarrollas un miedo al fracaso que puede paralizarte: Porque cuando no haces todo “bien”, entonces es más probable que tu temor a que esto se repita, o empeore, te hace dejar de intentarlo en una siguiente oportunidad.

¿QUÉ PODEMOS HACER PARA DEJAR DE SER DURO CON UNO MISMO?

No se trata de eliminar a la voz crítica, sino de reubicarla y dosificarla.

  • Reubicarla para que recuerde que ella está a nuestro servicio y no al revés.
  • Dosificarla para que no se propase como si fuera una especie de asistente empoderado que te regaña cuando llegas tarde en vez de sólo recordarte tus compromisos del día.
  • Cuestiona y evalúa en vez de repeler u obedecer ciegamente.
  • “¿Es verdad que siempre me equivoco en todo?”, “¿Es verdad que no sirvo para nada?”.
  • No sólo escuches lo que te dice, sino lo que te está tratando de decir.

Muchas veces esa voz interior tiene una intención positiva, sólo que como está desde una posición de autoridad, es muy agresiva para comunicarse.

Sin embargo, quizá convenga traducirla; por ejemplo: Si te dice “Vas a fallar”, quizá lo que te quiera decir es “Prepárate bien y hazlo con cuidado”. Si te dice “Nadie te va a querer”, es posible que esté tratando de alertarte para que hagas algún cambio en tu conducta o dejes de aislarte, por ejemplo:

  • Trata de fomentar la autoconfianza, la autocompasión y el autocuidado.
  • Poniéndote inicialmente retos alcanzables.
  • Perdonándote cuando haga falta.
  • Ser amables y comprensivos con nosotros mismos cuando nos enfrentamos a un error personal.
  • La autocompasión condujo a la mejora personal, en parte, a través de una mayor aceptación.
  • Ciudadano tu alimentación, sueño, hidratación, actividad física y procurando rodearte de personas y relaciones más saludables en vez de aislarte.
  • Actúa para mejorar
  • En vez de quedarte atrapado en la rumiación de lo que hiciste mal, planea qué es necesario hacer para que la próxima vez el resultado sea distinto.
  • Orienta tu atención hacia las soluciones, no hacia los problemas. Luego, orienta tu atención hacia el futuro y no al pasado.

Fuente: Mario Guerra, Tanatólogo, conferencista y Business Coach. TW: @marioguerra

OTROS TEMAS DE INTERÉS

únete a nuestra comunidad

noviembre 1, 2022