¿Es el fin del Vaticano en el 2025? La profecía del «Papa Negro» despierta el temor después de la muerte del Papa Francisco y aquí les contamos de qué va.
Ya saben que aquí somos muy curiosas y cuando empiezan a salir cosas sobre los temas de actualidad, siempre les damos la explicación y les contamos qué onda con estas cosas que suenan en las redes sociales y ahorita está muy fuerte lo del «Papa Negro», una profecía que se le atribuye a Nostradamus, pero ¿de qué va?.
¿De qué murió el Papa Francisco?
Antes de hablar sobre la profecía, les tenemos que contar cómo fue que murió el Papa Francisco y lo que algunos medios italianos dicen sobre esto y es que después de que esto pasó, la profecía empezó a sonar en todas partes.
Y es que a mediados de febrero, el Papa Francisco fue hospitalizado debido a una bronquitis que le causaba problemas respiratorios.
Aunque al principio se minimizó la gravedad de su estado, poco después el Vaticano reveló que su situación clínica era «compleja», lo que sugería una estancia hospitalaria prolongada. Como resultado, se cancelaron sus compromisos hasta abril. Posteriormente, se confirmó que el Papa Francisco sufría de neumonía bilateral.
Para principios de abril, el Papa Francisco continuó recuperándose en la Casa Santa Marta y había mejorado bastante, no utilizaba oxígeno y había retomado parcialmente su agenda, con reuniones internas y revisión de documentos.
La última aparición del Papa fue el Domingo de Resurrección en el balcón central de la Basílica de San Pedro para impartir la esperada bendición Urbi et Orbi, que marcaba el Domingo de Pascua.
De acuerdo con el periódico Il Messaggero explicó que “las indiscreciones que circulan en el Vaticano acreditan la causa del deceso por un ictus ocurrido en el contexto de un grave problema cardiocirculatorio”. También explicaron que el papa habría presentado un empeoramiento progresivo durante los últimos días, con respiración forzada y rigidez en un brazo durante su última aparición pública.
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Esto dice la profecía de Nostradamus sobre el Papa Negro
Y ojo ¡no tiene nada que ver con el color de piel! La figura de un «Papa Negro» y la posible destrucción de la Ciudad del Vaticano en 2025 han resurgido con fuerza en un contexto de incertidumbre tras la muerte del Papa Francisco. Estas antiguas profecías han encendido la alarma y la especulación a nivel mundial, generando intensos debates sobre el futuro de la Iglesia Católica.
Entre el vasto y enigmático legado de Michel de Nôtre-Dame, conocido como Nostradamus, una predicción en particular ha capturado la atención: la llegada de un «Papa Negro» al Vaticano. Lejos de referirse al color de piel, algunos analistas interpretan esta figura como un símbolo de un cambio trascendental y profundo dentro de la Iglesia Católica. ¿Podría significar una nueva era, un giro inesperado en la milenaria institución?.
Y es que chéquense la predicción de Nostradamus, habla de tres etapas finales del papado: “Primero, vendrá un Papa extranjero (Benedicto XVI), luego un Papa viejo (Francisco), y finalmente, un Papa Negro. Con él, el fin del mundo”. Estas frases, interpretadas libremente, se vinculan con una idea de colapso institucional e incluso con el fin del mundo.
Otra corriente de interpretación vincula al «Papa Negro» con un líder proveniente de la Compañía de Jesús, la orden a la que perteneció el recientemente el Papa Francisco. Esta teoría ha desatado un sinfín de conjeturas sobre quién podría ser el próximo líder de la Iglesia y las implicaciones que esto tendría para sus fieles y para el mundo.
Pero las profecías de Nostradamus no se detienen ahí. También se menciona la destrucción de la «Ciudad de las siete colinas», una frase que históricamente se ha asociado con Roma y, por extensión, con el Vaticano. Si bien las predicciones de Nostradamus han sido objeto de innumerables análisis y reinterpretaciones a lo largo de los siglos, su convergencia con las actuales preocupaciones sobre el futuro del papado tras la muerte de Francisco ha intensificado la sensación de inquietud.
Es súper importante recordar que las profecías son inherentemente ambiguas y sujetas a la interpretación humana. Sin embargo, en un momento de transición y reflexión para la Iglesia Católica, la sombra de estas antiguas predicciones añade una capa adicional de misterio y expectación sobre lo que depara el futuro para el Vaticano y sus seguidores en todo el planeta.
