Mario Guerra
Tanatologo
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¿Qué nos pasa con el rechazo o la exclusión?
- Se activan las áreas cerebrales del enojo y la tristeza
- Esto aún y cuando los que nos excluyen sean extraños, pero es más grave cuando lo hacen personas que conocemos y aún más aquellos que amamos
- Se crea una sensación de injusticia
- “¿Qué he hecho para merecer este trato?”
- La reacción puede ser de
Reclamo (Enojo bien encauzado)
Silencio y resentimiento (enojo/tristeza contenidos)
Huida y resentimiento (enojo/tristeza contenidos)
Agresión hacia el que nos ha rechazado (enojo mal encauzado)
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¿Quiénes son más vulnerables?
Niños y adolescentes
- Porque aún no tienen las defensas psicológicas debidamente formadas.
Personas de baja autoestima
- Porque ellos reafirman que son indignos de ser tomados en cuenta y porque están más atentos a señales de rechazo que el resto de nosotros.
- Curiosamente son los más propensos a sufrir esto
Frecuentemente son tímidos
El tímido pasa por engreído y aislado
Los otros piensan que el no quiere socializar, pero no sabe cómo y suele ser torpe en su interacción.
Situaciones más cotidianas de rechazo o exclusión
- Cuando alguien no me dirige una mirada en una situación social propicia
- Cuando la mirada que me dirigen es hostil y excluyente
- Cuando no me invitan a comer mis compañeros de oficina
- Cuando no me saludan al llegar o se despiden al irse.
- Cuando no me hablan para felicitarme en mi cumpleaños
- Cuando no soy invitado a una fiesta que otros si
- Cuando no reconocen mis logros o el esfuerzo que he hecho.
- Cuando me dejan de seguir en twitter o me borran de los amigos de Facebook
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6 tips para el manejo del rechazo
1. Evita personalizar
- Un «no» a una propuesta tuya no necesariamente es un «no» a ti mismo
- Un rechazo no necesariamente tiene que ser tu responsabilidad; depende mucho de las necesidades, gustos y expectativas del otro que pueden estar distorsionados o ser fantasiosos.
- Reconoce que no todo rechazo es intencional
- No se puede estar seguro siempre de las razones del por qué de un supuesto rechazo.
- En todo caso pregunta directamente qué sucede o sucedió
- El rechazo habla más del que rechaza que de ti como persona.
- No cabría decir “fui rechazado”, sino “el otro quizá esperaba otra cosa de mi”.
2. Mantén una mente abierta a las posibilidades
- No porque alguien o incluso algunos te hayan rechazado significa que todo el mundo habrá de hacerlo.
- Revisa tus conductas, pregúntate con quién te estás relacionando y busca las excepciones para encontrar una pista.
3. Se gentil con aquellos que no desees convivir
- Si quieres terminar una relación, es mejor decirlo
- También puedes acotar una relación a “compañeros de trabajo”.
- Quizá el otro no este listo para manejar estas realidades, pero al menos tu ya lo dijiste.
4. Reconoce que hay tristeza, pero también enojo y viceversa
- El cerebro ante el rechazo reacciona de ambas maneras. Si sólo das salida al enojo puedes arrepentirte de tus decisiones. Si decides vivir en la tristeza puedes caer en la depresión.
5. Evitar sembrar cizaña y amarrar navajas
- No se puede invitar a todo el mundo a todo, aún por razones de espacio o preferencias.
- Evita presumir que a ti si te invitaron o sembrar ideas de por qué al otro no.
- Si no fuiste invitado y supones que deberías haberlo sido, pregunta directamente al anfitrión; quizá se trate de un malentendido.
6. Si sientes que has sido rechazado no te quedes así, avanza!
- Si de verdad te rechazan sistemáticamente sin razón aparente, entonces quizá es buena idea cambiar de círculos o ampliar los que ya tienes.
- No toda la gente es diplomática o sabe ser un buen amigo.