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Oda a la maldad

Les vamos a contar qué onda con los cerebros criminales y de qué manera influye nuestro entorno, la infancia, y hasta los videojuegos con la maldad.

mayo 30, 2019

Dra. Feggy Ostrosky
Neuropsicóloga, Profesora e Investigadora de la UNAM, con posgrado en trastornos de la Comunicación en la Universidad de Northwestern, Illinois y Doctorado en Biomedicina en la Facultad de Medicina de la UNAM.
TW: @feggyostrosky
FB: feggy.ostrosky

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La maldad
Hay más de 13 significados para la maldad, que van desde oponerse a la ley, la razón la moral, hasta el diablo.
El mundo está, estuvo y siempre estará lleno de bien y mal, porque el bien y el mal son el Yin y el Yang de la condición humana.
¿Por qué cruzamos esa línea entre el bien y el mal? Porque esa línea es móvil y permeable.
En un esfuerzo para combatir esta tendencia, se han incrementado el número de investigaciones dirigidas a entender sus causas y así desarrollar tratamientos.
Se creía que a la gente buena se le podía seducir para cruzarla. En circunstancias buenas y raras los niños malos podían recuperarse con ayuda, reforma y rehabilitación.
Lucifer era el ángel favorito de Dios. Paradójicamente, fue Dios quien creó el infierno para guardar el mal, pero fracaso en mantenerlo ahí.

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¿Nacemos malos o nos volvemos malos?
Según varias teorías filosóficas, desde que nacemos tenemos tendencias a ser egoístas, esto con el fin de sobrevivir a nuestro ambiente
La supervivencia natural, nos hace generar agresiones para nuestra defensa propia
Tenemos una idea de la realidad, en la que existe el bien y el mal, el Yin y el Yang

El Origen de la Maldad

Entonces… ¿Existe el gen de la maldad?
Sí hay un factor genético, pero NO EXISTEN genes del mal.
Los genes juegan un papel importante en la bioquímica del cerebro y en cómo se comunican las neuronas, y esto a su vez influye en la conducta.
Hay neurotransmisores que regulan el estado de ánimo y el temperamento como la serotonina, la dopamina o la norepinefrina.
Estos neurotransmisores determinan que una persona sea muy atrevida y le guste el riesgo o que, por el contrario, sea muy precavida y cautelosa.
En individuos violentos hay factores genéticos, hay enzimas que en sus cerebros funcionan de manera diferente, hay entre ellos, por ejemplo, alta búsqueda de la novedad y poca aversión al riesgo.
Sin embargo, la GENÉTICA NO ES DESTINO.
Los genes pueden estar presentes, pero no se activan si no se dan otros factores medioambientales.
Los científicos están aprendiendo que el medio

mayo 30, 2019